Barrio Los Olivos
  PREGUNTAS Y RESPUESTAS
 

Diablo o Lucifer

 
En la terminologia SUD, el término “diablo” denota a alguien que promueve la causa de mal, pero es sobre todo aplicado a aquellos espíritus no encarnados quién se rebelaron contra Dios en la vida pre mortal y fueron lanzados del cielo a esta tierra. El Diablo, que los conduce, también es conocido por los nombres personales de Lucifer en la existencia pre mortal y Satanás en su condición caída.

El nombre Lucifer quiere decir “el portador de la luz” en el latín y en una traducción del hebreo Heylel ben Shakhar, significa “el hijo de la mañana” o “estrella de mañana.” En la vida pre mortal, Lucifer era un ángel que tenía autoridad en la presencia de Dios. Él desempeñó un papel prominente en el Consejo de los Cielos. Después de que el Padre Celestial presento el plan de salvación para ayudar a sus hijos a ser como él, Lucifer respondió con un plan alternativo.

El plan del Padre es salvar y exaltar a todos sus hijos obedientes. Para ser obedientes, ellos deben guardar sus mandamientos y hacer lo bueno. En el plan del Padre, fue previsto que muchos rechazarían la exaltación y por lo tanto recibirían glorias menores.

El plan que propuso Lucifer “de salvar” a todos los hijos del Padre obligando a cada uno a obedecer la ley del Padre en todas las cosas. Lucifer deseó ser recompensado por esta gran hazaña de salvar a cada uno, pidiendo la honra y gloria del Padre para él. Como los mortales sólo pueden ser salvados con su libre elección de arrepentimiento, la oferta de Lucifer fue rechazada. Con la consiguiente guerra en el cielo, él ganó la lealtad de una tercera parte de los hijos espirituales del Padre. Lucifer y sus seguidores fueron echados del cielo a la tierra, donde él se hizo el Satanás y todos ellos se hicieron diablos (Moisés 4:1-3; D&C 29:36-37; 76:25-38).
El nombre el Satanás viene de una raíz hebrea que significa “para oponerse, ser adverso,” de ahí “para atacar o acusar” (ver al Apoc 12:10). En esta tierra el papel de Satanás y sus diablos es atacar el plan de salvación y destruirlo en la forma que sea posible (Moisés 4:4; D&C 10:20-23; 93:39).

La rectitud es la condición o la acción para lograr la mayor felicidad posible para todos los seres. El lograr la completa rectitud sólo es posible con la ayuda de un ser omnisciente y omnipotente. Esta completa rectitud es el orden especial del Reino Celestial donde el Padre mora. Cuando hacemos la voluntad del Padre y su orden esta en el lugar, cada persona y cada cosa alcanzan, o alcanzaran, su potencial él, ella, o eso tienen para desarrollarse y tener felicidad. Esta justicia es el bien del concepto del “bien y el mal.” Debe ser contrastado con aquellos deseos humanos que son contrarios a los deseos y el orden del Padre.

Una persona buena (justa) es quien usa su albedrío para elegir y sólo llevara a cabo la justicia. Ningún mortal es intrínsecamente y absolutamente bueno, ni puede un mortal solo estar en un solo nivel (Mate. 19:17). Pero los mortales pueden realizar actos justos y volverse justos por la salvación proporcionada por Jesucristo. Cristo es la fuente de toda rectitud (Éter 12:28). Los hijos de Dios pueden conseguir el orden del Padre de la justicia por Cristo si ellos eligen aquel orden y rechazan el mal

El mal es un orden de existencia que no es justo. Una situación, un acto, o una persona que no sigue el orden de rectitud, eso es el mal. Dejar al prójimo languidecer en la pobreza mientras uno tiene en abundancia, o el robo, o el deseo de dañar a otra persona todo esto es el mal. Satanás promueve el mal en todas partes que puede, para frustrar la rectitud de Dios (ver D&C 10:27). Así, Satanás tienta a la gente a hacer el mal en vez de la voluntad del Padre. No es necesario que exista Satanás mismo para que exista el mal, pero él apresura e instiga el mal dondequiera que él pueda.

Los primeros objetivos de Satanás en la tierra fueron Adán y Eva en el Jardín de Edén. Sabiendo que el Padre había ordenado a Adán y Eva que no participaran del fruto prohibido bajo la pena de muerte, Satanás procuró destruir la obra del Padre atrayendo a Adán y Eva a participar del fruto de todos modos. Este éxito del Satanás marcó el principio del mundo (a diferencia de la creación de la tierra), del reino de Satanás en esta tierra (ver JST, Mate. 1:55).
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Los Peligros de las Supercherias Sacerdotales- Paul V. Johnson


Élder Paul V. Johnson es miembro del Primer Quórum de los Setenta y un Administrador del Sistema Educativo de la Iglesia (SEI). Este discurso fue dado en una Conferencia del SEI el 12 de agosto de 2002, en el Colegio Estatal del Valle de Utah.

 

Hoy deseo enfocarme en el tema de la seguridad.

 

Antes de ir a la misión, trabajé en una fábrica en donde se soldaba equipo agrícola. Se nos enseñaron las medidas de seguridad de la fábrica y en el uso de la maquinaria. Existían ciertas normas y prácticas de seguridad que se debían observar, como las que indicaban el tipo de zapatos que teníamos que usar.

 

También he visitado algunas minas. Es interesante saber que aun a los visitantes se les brinda cierta capacitación acerca de la seguridad y se les entrega cierto equipo de protección antes de que entren a la mina. Las minas modernas tienen dispositivos que verifican la calidad del aire para que si hubiera algún problema, los mineros reciban la advertencia y puedan salir rápidamente de la mina. Antes de que se desarrollaran los sistemas modernos, los mineros acostumbraban bajar a las minas llevando algunos canarios. Los canarios eran más susceptibles a los gases venenosos y se asfixiaban antes de que los mineros resultaran afectados. Si el canario se moría, los mineros sabían que tenían que salir de inmediato. Este era un tipo de aviso oportuno.

 

La meta de la capacitación sobre la seguridad en las fábricas, la minería, y en otras industrias es la de eliminar las situaciones peligrosas, reducir los accidentes y salvar vidas. Nunca he pensado realmente que el Sistema Educativo sea una profesión peligrosa, al menos en lo que respecta a los accidentes físicos. Sin embargo, sí tenemos peligros espirituales.

 

Cuando el élder Jeffrey R. Holland era el Comisionado de Educación, nos dio un mensaje en el que se refirió a las precauciones que toman los patrones en las industrias para la seguridad de sus empleados:
 

Reunión de Presidencia

 

Luego de los nervios que supone un nuevo llamamiento, el poner en orden el trabajo debería ser una de las primeras prioridades. De ello dependerá que el cumplimiento de los propósitos por el cual fuimos llamados pueda cumplirse. Así nos encontramos frente al manual de instrucciones tratando de descifrar la información que no se nos presenta muy claramente. Sin importar en qué organización trabajemos hay algunas cosas que todos podemos hacer.

 

Obtener la visión

 

Entender cuál es el propósito de la organización en la que estamos sirviendo.¿Por qué me llamó el Señor? ¿Qué es lo que Él espera que haga? ¿Cómo puedo influir positivamente en cada uno de los que están bajo mi responsabilidad? Nadie es indispensable, pero hay cosas que con mis talentos, personalidad o forma de ser, yo puedo hacer y que otros no pudieron.

Aprender las responsabilidades (para ejecutar la visión)

Nunca podremos cumplir correctamente si no conocemos nuestras responsabilidades como líderes. Conocerlas, nos da derecho a recibir inspiración y a “permanecer” ( DyC 107:99-100). Obrar con diligencia también es importante, pero no podemos ser diligentes sin preocuparnos por aprender lo que tenemos que hacer.

Como presidencia debemos estar unidos en nuestro conocimiento de las responsabilidades, por lo cual es conveniente estudiarlas individualmente y como consejo que conformamos. Cada organización tiene un propósito que forma parte del propósito general del Evangelio, el Perfeccionar a los Santos que según la organización estará desarrollado en el cumplimiento de diversas actividades o programas. Como presidenta de la Primaria, por ejemplo, debo comprender junto con mis consejeras cada programa, actividad y objetivo de los mismos. Enumerarlos y discutirlos para ayudarnos al realizarlos.

 

Trazar un plan

 

Teniendo siempre presente el propósito de la organización y conociendo nuestras responsabilidades, llega el momento de planear la acción. En la misma reunión de presidencia podemos ver cómo comenzaremos a trabajar. ¿Qué queremos hacer o lograr?A veces el entusiasmo puede llevarnos a poner metas demasiado exigentes. Entonces es bueno ver “el campo de trabajo” y evaluar qué han hecho o saben los niños del programa Fe en Dios, por ejemplo. De ahí y sin apresurarnos, elegiremos qué actividad será la más apropiada de realizar para debutar en el nuevo desafío.

Esto nos llevará a prepararnos adecuadamente y lograr una motivación más eficiente en los niños. Si a las apuradas decidimos que en dos días haremos galletitas caseras para llevarle a un niño enfermo, nos encontraremos el día en cuestión con que el horno de la capilla no funciona muy bien, la casa del niño queda demasiado lejos para ir caminando o que probablemente el niño ya esté sano. La actividad habrá sido una experiencia frustrante para todos.

 

Establecer claramente la meta

 

Cada programa tiene objetivos en particular que debemos alcanzar, pero todos incluyen ‘Invitar al Espíritu’ a testificar los principios que se están practicando, aprendiendo o descubriendo. Al participar en una actividad en donde aprendan a realizar comidas sencillas como parte de la preparación misional, un jovencito descubrirá un aspecto desconocido de la vida misional; en dónde un asunto “temporal” significará tener buena salud y fuerza física para trabajar en los asuntos de su Padre Celestial. Un paso previo a fijar una meta es saber exactamente dónde estamos. Es el punto de partida. Es la base para poder evaluar.

Para que una meta esté bien fijada debe ser específica (¿qué?), los medios que se utilizarán (¿Cómo?), determinar responsabilidades (¿Quiénes?), establecer claramente el tiempo en que debe ser cumplida (¿Cuándo?), y evaluable.

 

Repartir responsabilidades

 

Una manera sabia y organizada de trabajar es incluir a todos en el desarrollo de una actividad en particular. Sabemos qué queremos hacer, ahora tenemos que definir quiénes nos ayudarán a hacerlo. Siguiendo con el ejemplo de la Primaria, preparar lo necesario para el Programa de la Reunión Sacramental incluirá la participación de las maestras, la directora de música, la secretaria, y la presidencia. Para no olvidarse ni superponer trabajo debemos escribir en la minuta de la reunión qué hará cada uno.

 

Estar dispuestos a una evaluación

 

En cada reunión es conveniente repasar las asignaciones de semanas anteriores en relación a las metas fijadas. Esta es la parte clave para analizar en qué parte del camino estamos en este preciso momento, y hacer los ajustes necesarios. Todos queremos la mejor calificación en una evaluación, pero en los asuntos del Señor muchas veces no podremos saber la influencia de nuestras acciones en los llamamientos. No obstante la evaluación es sumamente importante para aprender a hacer las cosas de mejor manera; para aprender a adaptarnos a las necesidades de quienes estamos ayudando a aplicar el evangelio; para saber si nuestro esfuerzo está bien enfocado. Muchas presidentas de Mujeres Jóvenes caen en la desesperación de realizar la tarjeta de cumpleaños más espectacular, cuando lo más importante sería que las palabras allí escritas motiven a la joven a cumplir sus metas o las alienten por el esfuerzo realizado.

Cada reunión no debe ser un debate de dure una eternidad. La objetividad nos permitirá ajustarnos al tiempo ideal de una hora y media o a lo sumo dos horas. Las frecuencias de las reuniones serán las que necesitemos para no olvidar lo que dijimos la anterior. De ahí que la sugerencia de reunirse semanalmente o cada dos semanas sea tan importante. Una reunión de presidencia tiene una minuta sencilla y no debería sobrepasar las dos horas:

 

Oración: para pedir la guía en nuestra labor.

 

Estudio de manuales: (5 a 10 minutos) Manuales de instrucción, cartas, pautas recibidas, reuniones de instrucción.

 

Reportes de asignaciones: Fundamental para saber que se hizo desde la última reunión.

 

Presentar temas: los que se elijan para tratar no deben llevar demasiado tiempo. Empezar por un programa o dos o tres temas más importantes. Por ejemplo en la Primaria podría ser: Repaso de los nombres de los niños que asisten y los que deberían asistir, para saber sus cumpleaños, conocer a sus familias y proponer ayuda en la reunión de Consejo de Barrio. Programación del Tiempo para Compartir de los próximos dos meses. Días de actividades: presentación propuestas para realizar el mes siguiente. En la Sociedad de Socorro se podría tratar el seguimiento de las Jóvenes Adultas, revisando quienes son sus maestras visitantes y con cuanta frecuencia hacen un contacto con las jóvenes, por ejemplo. Si es el caso la Escuela Dominical, preparar lo necesario para que los maestros trabajen bien, incluirá coordinar el uso del televisor, láminas, manuales, ayudas didacticas, listas de alunmos, seguimiento de cursos especiales. Asignaciones: Las ideas son muy buenas, pero si no hay asignaciones todo queda en el aire. Para no olvidar ni superponer trabajo debemos escribir en la minuta qué hara cada uno.

 

Evaluación de metas: Concreta, real, sin divagar y con la idea de ajustar acciones y no de criticar.

 

Oración final: Para estar dispuestos a seguir los susurros del Espíritu y someternos a su voluntad

En la conferencia general de octubre de 2006 el presidente Gordon B. Hinckley dijo:- ‘Pongan su mejor esfuerzo’. Nos invitó a poner el hombro, a dar nuestra mejor clase de trabajo y ello significa ‘no correr más de lo que nuestras fuerzas den’ o ‘no pensar que tenemos demasiado tiempo por delante para hacerlo’. Empezar a ordenar nuestro trabajo en la Iglesia nos predispondrá de mejor manera a sentir y seguir la guía del Espíritu.


 

¿La creación por la evolución?


Traducción Libre Luis E Juárez Hurtado

Las opiniones expresadas en este artículo son las opiniones del autor y no representan necesariamente la posición del Instituto Maxwell, la Universidad Brigham Young, o la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (o de cumorah o del traductor)

Por Frank B. Salisbury
 
Revision por Trent D. Stephens, D. Jeffrey Meldrum, con Forrest B. Peterson. Evolución y Mormonismo: Una búsqueda de la comprensión. Salt Lake City: Signature Books, 2001. xxii + 238 pp., with index. xxii + 238 pp., con el índice. $19.95. $ 19,95.

Este es un libro escrito por dos biólogos evolutivos SUD que están muy comprometidos tanto con su fe como por el estudio de la biología. Con la ayuda de un productor y escritor de cine, presentan fuertes argumentos de que la evolución fue un mecanismo de la creación, incluidos los seres humanos, así como todos los demás seres vivos. Antes de embarcame en la lectura del libro entero, primero revise qué referencias ellos habian hecho a mis propios escritos; En una de las referencia, los autores parecen haberse perdido por completo del punto que yo estaba tratando de hacer. Debido a esto comencé a examinar el libro con un poco de escepticismo, buscando por más errores. Pero al ir sumergiéndome en el volumen, mi actitud hacia él se convirtió cada vez en más positiva. Esto no quiere decir que estoy de acuerdo con todo lo que dicen, pero el libro presenta un fuerte caso de la evolucion en la creación y tal vez, sobre todo, ofrece mucho alimento para el pensamiento religioso. Hasta donde yo sé, algunas ideas son realmente únicas de estos autores.

Stephens y Meldrum están bien calificados para hablar de la evolución a la luz del Evangelio restaurado. Ambos son profesores de la Universidad Estatal de Idaho en Pocatello, y ambos se dedican a la investigación y dar clases directamente relacionados con la evolución. Stephens era un obispo en el momento en que el libro fue publicado y Meldrum era maestro en el sacerdocio. Peterson, que también es un activo miembro SUD, provee una perspectiva no especializada. La lista de reconocimientos es impresionante. Los autores han discutido el tema de su libro con decenas de otros, como el profesor Duane Jeffery de la Universidad Brigham Young, quien escribió el prólogo.


Los autores discuten las tres declaraciones oficiales de la Primera Presidencia sobre el origen del hombre y estos se reproducen en un apéndice (pp. 209-18). Estas declaraciones no necesariamente rechazan categóricamente una función de la evolución en la creación. Otros autores SUD son también citados y mientras algunos apoyan la evolución, otros se oponen a tal punto de vista.

Stephens y Meldrum revisan la historia de la idea de que el hombre no es un animal, una idea que es sostenida por algunos miembros de la iglesia y a continuación se presentan bastantes pruebas detalladas anatómicas, fisiológicas y psicológicas de que los humanos tienen todas las características de otros animales y son fáciles de clasificar como primates. Habiendo creído siempre que los seres humanos son anatómica y fisiológicamente parte del reino animal, estoy cansado de este debate. ¿Todos los animales tienen la mismas capacidades psicológicas (mentales) de los seres humanos, sólo que en menor grado, como Stephens y Meldrum argumentan? Bueno, sí, algunos animales utilizan herramientas, muestran un lenguaje rudimentario (por ejemplo, se les puede enseñar el lenguaje de signos), y aún tienen cierto grado de auto-conciencia y de compasión, pero ¿qué otro animal podría escribir un libro como éste? Otros animales pueden tener la inteligencia creativa (es decir, puede resolver los problemas), pero la diferencia entre eso y la inteligencia humana parece enorme. Stephens y Meldrum notan que los seres humanos son verdaderamente únicos en un sentido, porque “el hombre, como espíritu, fue engendrado y nacido de padres celestiales” (p. 125, citando la declaración de 1909 la Primera Presidencia).
Otro tema al que los autores regresan repetidamente es la idea de que no existía la muerte de cualquier ser vivo antes de la caída de Adán y Eva. Esta vieja doctrina sectaria todavía necesita mucha atención. La idea se remonta al período anterior a la restauración del evangelio, Stephens y Meldrum sugieren el Paraíso perdido de John Milton, como el posible origen de esta doctrina (pp. 183-84). Sin embargo, ha sido predicado por algunas prominentes Autoridades Generales SUD, incluyendo a Orson Pratt, Joseph Fielding Smith (aunque no cuando era presidente) y Bruce R. Mcconkie. Con estos respaldos tras estas ideas, no resulta sorprendente de que a veces se ha enseñado en los seminarios e institutos, así como en algunas clases de Doctrina del Evangelio.

Stephens y Meldrum puntualizan que nada en las Escrituras nos dice que Adán y Eva y mucho menos todos los demás seres vivos, fueran creados en un estado inmortal. Más bien, después de la caída, el árbol de la vida estaba protegido para que Adán y Eva no participaran de su fruto y vivieran para siempre, es decir, que llegasen a ser inmortales (Génesis 3:22-24; Moisés 4:28-31). Si ellos hubiesen participado del fruto del árbol de la vida mientras estaban en el jardín, de alguna manera que no entendemos, el fruto hubiera hecho que sus cuerpos fueran capaces de vivir para siempre. No podemos entender cómo una fruta puede producir la “eterna juventud” en dos personas especiales, pero al menos podemos imaginarlo. Pero es imposible para un biólogo o paleontólogo de imaginar cómo todos los organismos podrían evitar la muerte hasta después de la caída. Como Adán y Eva comieron del fruto de todo árbol del jardín, las células de la fruta tuvieron que morir. Y la idea de que no exista la muerte también significa que no hay reproducción, pero los frutos son el resultado reproductivo de las semillas. Y en la historia de la creación, el Señor manda a todos los seres vivos a dar vida en su propia especie, claramente un comando de reproduccion (por ejemplo, Moisés 2:11-12, 20-22, 24-25, 28-30).

Los fósiles en las rocas sedimentarias de la tierra son los restos de organismos que vivieron y murieron en la tierra. Si no hubiese habido muerte de cualquier organismo solo hasta después de la caída, todos esos fósiles debian haber sido producidos en el diluvio de Noé y eso es lo que algunas personas durante la Edad Media creian. Esta idea se encuentra ahora entre los creacionistas que creen en una corta edad de la tierra. Esto significaría que todos los organismos, por ejemplo, los dinosaurios y los humanos, vivían en la tierra al mismo tiempo. El orden de los estratos de la corteza de la tierra simplemente no se ajusta a esta idea. Por ejemplo, no hay rastros de seres humanos que sean encontrados en el mismo estrato que los huesos de dinosaurios. Asimismo veo grandes cantidades de restos de organismos vivos que dan testimonio de una tierra antigua: carbón, calizas, dolomítas y diatomeas representan tales restos. Las diatomeas de tierra, por ejemplo, constan de los depósitos microscópicos de diatomeas que cayeron a tierra de una célula a la vez, en un proceso que requiere de millones de años para producir los espesores de capas conocidas (500 metros en algunos lugares).

Pero ¿qué pasa con esa declaración en 2 Nefi 2:22 que dice que si Adán no hubiera caído, “todas las cosas que fueron creadas habrían permanecido en el mismo estado en que se hallaban después de ser creadas; y habrían permanecido para siempre, sin tener fin.”?. Este es el pasaje clave citado por los defensores de la doctrina de que no habia muerte antes de la caída. Es la única escritura que parece apoyar esta doctrina (no hay una escritura similar ni en Génesis, Moisés o Abraham ), pero la base de esta interpretacion depende solo de la propia interpretación de la palabra “Estado”. Fue este un estado de inmortalidad, como algunos han enseñado? ¿O era una especie de estado ecológico, tal vez sin el desarrollo de las civilizaciones humanas? El asumir que ese estado es el estado de inmortalidad va en contra de todas las cosas mencionadas arriba, así como contra otras ideas, como Stephens y Meldrum puntualizan.

Estaba muy emocionado por la idea de Stephens y Meldrum que Adán y Eva no fueron colocados en la tierra como seres inmortales, sino que serian inmortales de comer del árbol de la vida (cf. pp. 181-83). Por lo que yo sé, esta idea es única de estos autores. El punto de vista de Stephens y Meldrum de la caída y sus consecuencias proporciona conocimientos muy útiles para mí.

Una fuerte impresión obtenida de la lectura del libro es que Stephens y Meldrum están convencidos de que la creación involucra la evolución. Su resumen de los principios de la evolución por selección natural de mutaciones al azar es excelente y convincente. Responden a muchas objeciones de la teoría de la evolución como la de que no hay formas de transición en el registro fósil (muchos de los “eslabones perdidos” son ahora conocidos). Yo veo algunos problemas al nivel de genes y enzimas (son las mutaciones realmente suficientes para lograr la variabilidad necesaria?), pero parece ser que la evolución ha tenido lugar durante eones (miles y miles de años) en la superficie de la tierra.

Una pregunta es referida a la medida en la que Dios intervino en sus creaciones. Para Stephens y Meldrum, el grado de intervención debe haber sido muy limitado. Si la selección natural es capaz de manejar la creación casi por sí misma, como ellos entienden el tema, entonces como pudo ser el hombre creado a imagen y semejanza de Dios?. Stephens y Meldrum presentan datos preliminares (extraídos de algunas de las investigaciones de Stephens) que sugieren que hay “limitaciones” durante el desarrollo, es decir, la evolución no puede ser tan al azar como muchos evolucionistas han afirmado, sino más bien ha tomado una dirección que llevaba hacia el hombre. No me convence este argumento, aunque yo estoy tomando una actitud de esperar y ver.

Stephens y Meldrum parecen estar diciendo que Dios termino ciertas cosas y luego las dejo seguir sin su intervención hasta que los humanos fueron el resultado, momento en que el espíritu de Adán podía ser introducido en su cuerpo. Llevada a este final, ésta es la doctrina del deísmo, que dice que Dios empezó las cosas, después dejo que el universo siguiera su curso y ahora funciona como un reloj y se extenderá por el resto de la eternidad. Esta filosofía de un universo como mecanismo de relojería (es decir, un universo puramente mecanicista) se hizo popular después de que Newton y otros, formularon las leyes básicas de la física. Varios de nuestros padres fundadores (de EEUU) lo enseñaron y Charles Darwin terminó “El origen de las especies” con un párrafo sobre la base de este enfoque. (El párrafo incluye: “La vida… habiendo sido originalmente creada por el Creador en unas cuantas formas de vida o en una sola… [De cual] se originaron formas interminables… las cuales han sido y estan siendo evolucionadas.”). La física moderna, en particular la mecánica cuántica, rechaza un universo mecanicista y Stephens y Meldrum por supuesto que estan de acuerdo en que Dios puede y ha intervenido en la creación de la manera que compla sus propositos.

Un breve capítulo final resume la doctrina SUD de la progresión eterna como un tipo de evolución. Puede ser una bonita analogía, pero puede ser al entendido por alguien que piense que algún particular antepasado cercano del mono se transformo en el ser humano. Esto no es lo que la teoría de la evolución dice – que un individuo solo puede diferir ligeramente de sus padres si esta diferencia le da una oportunidad algo mejor de sobrevivir y reproducirse que sus padres. Y asi como estos pequeños cambios se acumulen durante miles de generaciones, las nuevas especies podrian poco a poco llegar a diferenciarse. (Siempre, cualquier par de padres sólo produciran descendientes de su propia “especie”.) Pero la “evolución eterna”, como Stephens y Meldrum la llaman, es el cambio en individuos originalmente desde inteligencias, a hijos espirituales de Dios, a seres mortales, de vuelta a espíritus, y finalmente, a seres resucitados. Esta no es la evolución basada en mutaciones y selección natural.

El libro es remarcablemente libre de errores, pero me di cuenta de algunos. Por ejemplo, Darwin no esta presente en el documento de Wallace en 1858 (p. 96). Darwin acababa de enterrar a un niño y no asistió a la reunión en la Linnean Society. También me sorprendió que no hay ninguna mención del diseño inteligente que proponen los creacionistas, sólo la geologia del diluvio y los creacionistas creyentes en la teoria de la tierra joven (tierra de corta edad). El creacionismo de diseño inteligente comenzó a mediados de la década de 1990, pero no fue muy conocido hasta más recientemente, lo que podría ser la razón por Stephens y Meldrum no hablan de ello.

Acerca de los autores malinterpretando mi escrito, lo que he mencionado al principio de esta revisión: Yo estaba tratando de puntualizar que la similitud en las formas de vida no constituye una prueba de la ascendencia genética de una forma desde una a otra. Existe, como Stephens y Meldrum señalan, miles de fósiles de homínidos que podrían ser los ancestros de los humanos. Lo lógico es tratar de ordenarlos en “diagramas de árboles” que muestran cómo podrian haber evolucionados de unos a otrs (con muchas generaciones entre los dos por supuesto). Sin embargo, el hecho de que tengan similitudes y que los diagramas pueden aparecer como “lógicos” no demuestra que los diagramas representan realmente la descendencia a través del tiempo. En realidad, los diagramas de árboles han ido cambiando con los nuevos descubrimientos durante el último siglo y medio. Pero esa es otra historia. Es como decir que si la similitud es resultado de la línea sucesora, a continuación, “tendríamos que concluir que los Ford y Chevrolet están genéticamente relacionados y que un Ford 1976 desciende de un Ford 1975.”. “Un poco de reflexión”, señalan Stephens y Meldrum, “revela el error fundamental en esta analogía, que equipara incorrectamente coches, que no pueden pasarse los rasgos, con los organismos biológicos capaces de reproducción y transmisión de información genética de una generación a otra “(p. 143). Pero ese fue mi exactamente mi punto!. Yo supuse que resultaria obvio para cualquiera que los coches no se reproducen! Incluso señaló que “cada automóvil es el producto de un acto de creación especial” (es decir, en una fábrica). Sin embargo, los coches pueden, y a menudo es, parecerse entre sí, pero puesto que es evidente que no se reproducen, la semejanza no es suficiente para demostrar la ascendencia genética.

Los paleontólogos no tienen más remedio que tratar de organizar los fósiles de acuerdo a las similitudes en las formas, pero no se puede probar que los resultados de sus acuerdos representan realmente lo que pasó. Y eso realmente no importa. Lo importante es que estos arreglos pueden ser hechos logicamente, sea o no que estas organizaciones representen o no la historia. La mayoria de estos arboles genealogicos muestra los organismos más simples en los estratos más antiguos y los fósiles más complejos en los estratos mas jovenes. Eso es lo que predice la teoría evolutiva.

Esta pequeña historia merece una discusión porque ilustra lo que es quizá un problema menor en el libro de Stephens y Meldrum de que en forma completa están tan ocupados en la defensa de la teoría evolutiva que parece que nunca se les ocurrió que todavía puede haber problemas con la teoría. Tal vez esto es el resultado de los ataques del creacionismo sobre la evolución, especialmente durante la última década. Se ha puesto a los evolucionistas tanto a la defensiva, que tienden a ignorar cualquier cuestionamiento de la propuesta de los mecanismos evolutivos. Estoy de acuerdo con los autores de que la teoria de la evolución es tan fuerte que muchos aspectos ya están bien establecidos, pero sería miope implicar que todos los problemas de la teoria se han resuelto y sugerir a los jóvenes SUD que todas las respuestas estan y que esas respuestas son una creación evolutiva por un Dios deísta.

En general, Stephens y Meldrum han hecho un trabajo maravilloso de contar la historia de la evolución de una manera que puede hacer tener mucho sentido para los lectores SUD – incluso aportando conocimientos reflexivos de las Escrituras del Evangelio restaurado. Debido a los asombrosos progresos de la ciencia durante los últimos treinta años, si estuviera escribiendo mi libro de 1976 en este momento, sería mucho más cercano al libro escrito por Stephens y Meldrum y yo tomaría una visión mucho menos favorable de la vision de la literatura creacionista que la que tenia en ese entonces, pero aun asi creo que aun hay que señalar algunos problemas de esta idea.

Ver Original (ingles)
 
 
 

El Libro de Mormón y la Evidencia del ADN

La Crítica:

Los ejemplos tomados de los indios americanos modernos no concuerdan con el ADN de los habitantes modernos del medio oriente. Los críticos argumentan que esto significa que el reclamo del Libro de Mormón de que los Americanos Nativos son descendientes de Lehi es falso, y por ello el Libro de Mormón no es un registro antiguo como reclamó José Smith.

La Respuesta

Pocas de las críticas de la iglesia han recibido atención por medio de los sistemas de comunicación como esta crítica con tan poco pensamiento y ciencia siendo empleados para la pregunta. Los ataques del ADN en contra de la declamación del Libro de Mormón fallan en numerosos terrenos.


Unas consideraciones iníciales


Es importante darse cuenta que los críticos del Libro de Mormón basan sus argumentos del material del ADN que nunca se ha mostrado, aun ser relevante al asunto de la genética del Libro de Mormón, y aun así siendo conclusiva. Tales críticos han adoquinado el material del ADN tomado de estudios no relacionados para producir argumentos con la apariencia de peso científico pero sin tener importancia alguna. No se han diseñado y presentado estudios que pruebe la hipótesis que los indios americanos fueran descendientes de los lehitas y que su herencia sea detectable hoy en día.

Los asuntos del ADN pueden ser complejos para los que no son especialistas (especialmente aquellos que estuvieron en el bachillerato más de veinte años atrás, mucho antes del entendimiento moderno de la disponibilidad del ADN). Hay muchos de artículos excelentes que están disponibles de este tema.

Para aquellos que están interesados en las introducciones de la ciencia del ADN:

Este artículo provee una apreciación entera por un obispo SUD quien al igual es un experto mundial del uso de la prueba genética. Es corto, simple y directo (y en ingles): John M. Butler, "Addressing Questions surrounding the Book of Mormon and DNA Research," FARMS Review 18/1 (2006): 101-108.

Este articulo provee una apreciación más detallada, pero al igual accesible por un no-especialista: David A. McClellan, "Detecting Lehi's Genetic Signature: Possible, Probable, or Not?" FARMS Review 15/2 (2003): 35-90.

Estos artículos discuten la posibilidad de probar varias hipótesis usando el Libro de Mormón y el ADN:

Michael F. Whiting, "DNA and the Book of Mormon: A Phylogenetic Perspective," Journal of Book of Mormon Studies 12/1 (2003): 24-35.

La Geografía


Una variedad de modelos geográficos han sido sugeridos para el Libro de Mormón. Algunos modelos geográficos introducen otras dificultades para los ataques del ADN. Estos asuntos son discutidos en páginas separadas aquí.

¿Son todos los amerindios 'lamanitas'?

Los críticos han reclamado que las pruebas del ADN significan que no todos los amerindios pueden ser "lamanitas," y aun algunos autores de la Iglesia han concedido este punto sin mucha dificultad. Estos asuntos son discutidos en páginas separadas aquí.

Asuntos generales de genética

A pesar del modelo geográfico usado, los esfuerzos a la fecha de 'prueba del Libro de Mormón a través del uso del material genético se encontraron un número de problemas y asuntos que deberían considerarse. El restante de esta página discute los asuntos de los cuales se deben de considerar a pesar del modelo geográfico que se está usando.

¿Qué es lo que buscamos?

Ataques genéticos en el Libro de Mormón se enfocan en el hecho que el ADN amerindio para ser mas cercano a el ADN de Asia, y no al ADN del "medio oriente" o el ADN "judío", Sin embargo este ataque ignora varios puntos clave.


Lehi y su familia claramente no eran judíos. Ellos pertenecían a la tribu de Manases (Alma 10:3, 1 Nefi 5:14), y se casaron dentro de la familia de Ismael de la tribu de Efraín[1]. Estos tribus fueron llevadas cautivas por los asérianos, y no contribuyeron grandemente a la mezcla genética actual del medio oriente.

Aun más, el medio oriente es localizado cruzando caminos de tres continentes, y ha sido un tratado de migración, mezcla y matrimonios mixtos. El uso de el ADN moderno en el medio oriente como la "norma" en contra de cual medir el ADN de Manases o Efraín debería de haber sido como 2600 años es extraordinariamente una ciencia descuidada.

Artículos por considerar que el ADN "asiático" y el ADN lehita puedan actualmente corresponder a una fuente anterior principal:

David G. Stewart, Jr., "DNA and the Book of Mormon," FARMS Review 18/1 (2006): 109–138.

¿Que es el ADN judío?


Identificar los criterios del ADN para Manases o Efraín puede estar muy lejos de nuestro alcance. Pero, aun identificando los marcadores para los judíos—un grupo que ha permanecido relativamente cohesivo y refrenado de los matrimonios mixtos con otros más de otros grupos—es un encargo extraordinariamente difícil.

El autor advirtió:

Los estudios de diversidad genética han apenas comenzado. Pero aun la moda por la prueba de genética ancestral esta estampando... Otros grupos, tales como los judíos, están ahora siendo un blanco. Esto a pesar del hecho que las comunidades judías tienen muy poco en común en su lado mitocondria - de la línea materna por la cual tradicionalmente el judaísmo es heredado. Es el lado masculino la cual muestra una alcurnia entre las diferentes comunidades judías - entonces, por supuesto, en eso es donde se enfoca los genetistas.... Genetistas - como los predicadores y filósofos antes de ellos - necesitan evitar prometer más de lo que pueden ofrecer. [2]

Artículos los cuales discuten las varias críticas ( y dificultades involucradas) para identificar "judaísmo" vía ADN incluyen:

John M. Butler, "A Few Thoughts From a Believing DNA Scientist," Journal of Book of Mormon Studies 12/1 (2003): 36–37
John M. Butler, "Addressing Questions surrounding the Book of Mormon and DNA Research," FARMS Review 18/1 (2006): 101–108.
Ryan Parr, "Missing the Boat to Ancient America . . . Just Plain Missing the Boat (Review of: Losing a Lost Tribe: Native Americans, DNA, and the Mormon Church)," FARMS Review 17/1 (2005): 83–106. o
Daniel C. Peterson, "Editor's Introduction," FARMS Review 15/2 (2003): ix–lxii.
David G. Stewart, Jr.,"DNA and the Book of Mormon," FARMS Review 18/1 (2006): 109–138.
Brian D. Stubbs, "Elusive Israel and the Numerical Dynamics of Population Mixing," FARMS Review 15/2 (2003): 165–182.

ADN Mitocondrial (mtADN)

El ADN mitocondrial es pasado por medio de las madres a sus hijos. Y ha sido usado en ataques al Libro de Mormón, y aun así poblaciones conocidas judías no comparten el mismo mtADN.

Un nuevo estudio demuestra que las mujeres en nueve comunidades judías de Georgia... a Moroco han sido bastamente diferentes en la historia genética de los hombres... Las identidades de las mujeres, sin embargo, son un misterio, porque... sus firmas genéticas no están relacionadas una con la otra o aquellas a las del día presente en las poblaciones del medio oriente.[3]

Entonces, grupos conocidos judíos no pueden ser enlazados por nada con los estudios del mtADN, y aun así los críticos quieren que creamos que dos de las tribus perdidas (Efraín y Manases - de las cuales no tenemos ningún 'control' o 'referencia' de ejemplos para compararlos a) pueden ser descartados de la prueba como antepasados de los amerindios vía mtADN?

Artículos los cuales discuten las dificultades en usar el mtADN

John M. Butler,"A Few Thoughts From a Believing DNA Scientist," Journal of Book of Mormon Studies 12/1 (2003): 36–37.
David A. McClellan, "Detecting Lehi's Genetic Signature: Possible, Probable, or Not?," FARMS Review 15/2 (2003): 35–90
David G. Stewart, Jr., "DNA and the Book of Mormon," FARMS Review 18/1 (2006): 109–138

Cromosoma - Y ADN

Los cromosomas-Y son solo pasados de padre a hijo; la línea femenina no los lleva para nada. Estos marcadores han sido también usados por los críticos para "probar" que los amerindios no pueden ser descendientes de Lehi.

A pesar de los reclamos que el material cromosoma-Y no apoya los reclamos del Libro de Mormón, hay algunos marcadores los cuales deberían ser considerados en otra luz:

Douglas Forbes señala que los cromosomas-Y marcador SNP biallelic [biallelic perteneciendo a ambos alleles (ambos en formas alternativas de un gene.) Por ejemplo, mutaciones biallelic en el gene MYH predisponen a cáncer en el colon.] Q-P36 (también conocidos como el marcador de mutación M242), postulado por el genetista Doron Behar y colegas de ser el linaje fundador dentro de las poblaciones de judíos ashkenazi, es también encontrado en los judíos iraníes e iraquís y es un grupo presente en el linaje fundador presente en el 31 por ciento auto identificado de los indios americanos en los EUA. [4]

Artículos para analizar de los artículos de cromosomas:

John M. Butler, "A Few Thoughts From a Believing DNA Scientist," Journal of Book of Mormon Studies 12/1 (2003): 36–37.
David A. McClellan, "Detecting Lehi's Genetic Signature: Possible, Probable, or Not?," FARMS Review 15/2 (2003): 35–90.
David G. Stewart, Jr., "DNA and the Book of Mormon," FARMS Review 18/1 (2006): 109–138.

Lemba y Cohen un haplotipo modal

Murphy usa a "Lemba" como un ejemplo de un grupo probado ser judío vía la prueba del ADN. Pero, este ejemplo es engañoso. El Lemba fueron identificados como Judíos porque el marcador de "Cohen haplotipo modal." Este marcador es solo llevado por la mitad de aquellos que reclaman ser descendientes de Aarón, el hermano de Moisés, y solo 2-3% de otros judíos.

Pero, el Libro de Mormón no sugiere - de hecho parece que excluye - la idea que los Levitas (la familia sacerdotal de Aarón) fueran dentro de la compañía de Lehi. Sin familias de sacerdotes, uno podría no esperar que no tuvieran el haplotipo Cohen modal. Aun, solo 2-3% de los Judíos modernos de familias no-sacerdotales (sin decir nada de Efrain y Manases - recuerden, Lehi y compañía no eran "Judíos") pueden ser identificados por esta prueba. [5] Son estos modernos Judíos el 97-98% entonces no judíos porque la prueba genética es negativa para ellos? Excluyendo a los nefitas en la base de tal prueba tan mala que ni esperaríamos que la pasaran (ya que no se incluyen en las familias levíticas) muestra que tan lejos los críticos van a torcer la evidencia para encontrar falta.

Artículos los cuales analizan los temas del modal Cohen haplotipo:

Matthew Roper, "Swimming the Gene Pool: Israelite Kinship Relations, Genes, and Genealogy," FARMS Review 15/2 (2003): 129–164.
David G. Stewart, Jr., "DNA and the Book of Mormon," FARMS Review 18/1 (2006): 109–138

90% de tasa de muerte al tener contacto con Europeos

Aproximadamente noventa por ciento de la población amerindia murió por tener el siguiente contacto con los europeos; la mayoría fue por las enfermedades infecciosas a la cual no tenían defensa.[6]


Ya que diferentes genes comúnmente proveen diferentes tipos de resistencia a las enfermedades infecciosas, puede ser que el eliminada 90% de la mesa del gene de pre-contacto tiene una significante verdad distorsionada al cuadro verdadero genético de los descendientes de Lehi.

¿Y qué de los jareditas?

Críticos seguido pasan por alto a los jareditas, y asumen (como en los modelos hemisféricos [tipo 2 y tipo 3) que los jareditas pudieron haber contribuido a nada a la consecuencia al cuadro de los lehitas.


Pero, no está claro que este pueda ser el caso. Algunos SUD han creído en la total exterminación de los jareditas, otros han argumentado que los restos de los jareditas sobrevivieron y se mezclaron con los lehitas. Bruce R. McConkie, mientras creyendo en la mayoría de los amerindios descendientes que fueron de Israel (ejem: Lehi, Ismael, y Mulek) aun así escribió:

Los indios americanos, sin embargo, así como Colon los encontró también tenían otra sangre que esa de Israel en sus venas. Es posible que restos aislados de los jareditas pudieran haber vivido en el período de destrucción en los cuales millones de sus semejantes perecieron. Es muy evidente que grupo de orientales encontraron su camino sobre el Estrecho de Bering y gradualmente se movieron al sur a mezclarse con los indios. Tenemos registros de una colonia de Escandinavos tratando de poblar en América algunos 500 años antes que Colon. Hay indicaciones arqueológicas de que un número de grupos sin especificación probablemente encontró su camino del viejo al nuevo mundo en los tiempos pre- colombinos. Fuera de todos estos grupos podrían haber sido los indios americanos ya que fueron descubiertos en el siglo 15.[7]

Los jareditas son de genética desconocida. No pueden ser Israelitas, ya que fueron pre-fechados a Israel. Algunos autores, tales como Hugh Nibley, hace tiempo atrás argumento que eran de Origen Asiático.viii

Artículos de cuales analizan la relevancia de los temas jareditas:

John M. Butler, "A Few Thoughts From a Believing DNA Scientist," Journal of Book of Mormon Studies 12/1 (2003): 36–37

"Bomba suicida" fundamentalista


Debería ser recordado al igual que muchos críticos sectarios usan la ciencia del ADN como una especie de "bomba suicida" en ataque a la iglesia.ix Los críticos fundamentalistas Cristianos están contentos de usar el ADN como un palo para azotar el Libro de Mormón, pero no les dicen a sus lectores que hay evidencia más fuerte del ADN por los conceptos los cuales los lectores Cristianos fundamentalistas no pueden aceptar, tales como
  • Cambio de evolución en la especie
  • Humanos descendientes de otros primates
Y, a pesar de ser inconsistente con el material del ADN, los críticos fundamentalistas no llaman a sus congregaciones a abandonar tales conceptos Bíblicos literalmente tales como:
  • La tierra siendo solo 6,000 años
  • Un Adán y Eva fueron los padres de toda la humanidad solo 4,000 años antes de Cristo
  • Un diluvio lo cual extermino toda la vida excepto la cual estaba en el arca, ocurrió aproximadamente 5,000 años atrás
Los críticos a menudo son hipócritas - ellos reclaman que los santos deben de abandonar el Libro de Mormón en la endeble, ciencia dudosa, y así, no les dicen a su audiencia que no deberían (por alguna lógica) abandonar sus creencias religiosas que tienen más evidencia de ADN en contra de ellos.

Discusiones de esta ironía torcida se encuentran en:

Daniel C. Peterson, "Editor's Introduction," FARMS Review 15/2 (2003): ix–lxii.

David G. Stewart, Jr., "DNA and the Book of Mormon," FARMS Review 18/1 (2006): 109–138.

La Conclusión

Los ataques del ADN en contra del Libro de Mormón son mal-aconsejados, una "controversia desviada". [8] Varios modelos geográficos introducen los asuntos únicos a cada modelo, pero el material del ADN no es de ninguna manera conclusivo como los críticos reclaman, a pesar de los modelos geográficos que escojan.

Los críticos tienden a optar por la mas inocente, mal-informada lectura posible del texto del Libro de Mormón, y después gritan falta cuando los Santos apuntan que les han dado bastante consideración a estos asuntos y que han llegado a conclusiones con más significado que son más fieles al texto del Libro de Mormón que los críticos consideran pobres-caricaturas.

Los críticos no proveen la "historia completa" del material del ADN, y parece que quieren usar la incertidumbre la cual el ADN provee en resolver crímenes modernos como un trampolín para atrapar a los Santos, los medios de comunicación, y investigadores en pensar que sus conclusiones históricas del ADN son sólidas.

La declaración de la Iglesia en este asunto del ADN es sucinto y actual
 
El Libro de Mormón: Otro Testamento de Jesucristo es exactamente lo que reclama ser - un registro de los tratados de Dios con su gente en la América antigua y ser un segundo testigo en la divinidad del Señor Jesucristo. El testimonio fuerte del Libro de Mormón es obtenido por vivir los principios centrados en Cristo contenidos en sus páginas y por orar acerca de su veracidad.

Recientes ataques en la veracidad del Libro de Mormón están basados en la evidencia del ADN son mal considerados. Nada en el Libro de Mormón previene la inmigración a las Américas por las gentes de origen Asiático. Los asuntos científicos relacionados con el ADN, sin embargo, son numerosos y complejos.[9]

De hecho, el material del ADN nos dice nada de lo que ya sabíamos de los datos arqueológicos - en presente, se piensa que el establecimiento de las Américas fue miles de años antes de la llegada de Lehi. Muchos de estos poblados tienen enlaces con el Asia oriental. Nada de esto es noticia, y nada de esto amenaza la posición del Libro de Mormón como una historia autentica.

Pero, los críticos esperan que sus oidores se maravillen con la pancarta de la ciencia del ADN, y concluyan que algo más impresionante este pasando. Los miembros informados de la Iglesia no han sido persuadidos por sus tácticas, y mucho se ha escrito a ayudar a los no-especialistas a entender los «numerosos y complejos» asuntos en la fascinante y valiosa ciencia de las genéticas.

Notas:

1.«El Profeta nos enseño que el registro del Lehi, fue primeramente contenido por 116 paginas que fueron traducidas y subsecuentemente robadas. En el cual un compendio se nos dio en el primer libro de Nefi, en el cual es un registro de Nefi individualmente, el mismo siendo del linaje de Manases; pero Ismael era del linaje de Efrain y de que sus hijos se casaran dentro de la familia de Lehi y que los hijos de Lehi se casaran con las hijas de Ismael, a si mismo cumpliendo las palabras de Jacob sobre Benjamin y Manases en el capitulo 48 de Genesis ...» Erastus Snow, 'Ephraim And Manassah, etc.,' Journal of Discourses, reported by Geo. F. Gibbs, John Irvine, and others, (6 May 1882), Vol. 23 (London: Latter-day Saint's Book Depot, 1883), 184.
2. Martin Richards, "Beware the Gene Genies," Guardian (21 February 2003).
3. Nicholas Wade, "In DNA, New Clues to Jewish Roots," New York Times (14 May 2002): F1 (col. 1).
4. "Cohen Modal Haplotype," in David G. Stewart, Jr., "DNA and the Book of Mormon," FARMS Review 18/1 (2006): 109–138.
5. Suzanne Austin Alchon, 'A Pest in the Land: New World Epidemics in a Global Perspective,' Albuquerque : University of New Mexico Press, c2003
6. Bruce R. McConkie, Mormon Doctrine, 2nd edition, (Salt Lake City: Bookcraft, 1966), 33
7. John M. Butler, "Addressing Questions surrounding the Book of Mormon and DNA Research," FARMS Review 18/1 (2006): 101–108
8. Press Release, "Mistakes in the News: DNA and the Book of Mormon" (11 November 2003)
 

La Arqueología y el Libro de Mormón


Por Michael R. Ash

Los criticos de los SUD reclaman que se ha probado que la Biblia es precisa por los descubrimientos de la arqueologia, y que el Libro de Mormon no tiene apoyo arqueologico. Podemos quebrar en partes este cargo Anti-Mormon en tres partes: (1)¿Podemos comparar la arqueologia Biblica con la arqueologia del Libro de Mormon? (2) ¿Ha sido "comprobada" la Biblia por la arqueologia Biblica? (3) ¿El libro de Mormon esta sin apoyo arqueologico?


1. ¿Podemos comparar la arqueologia Biblica con la arqueologia del Libro de Mormon?
 

Primero, es importante comprender la arqueologia del Antiguo Continente que empezo tan pronto como el siglo XV y la arqueologia Biblica se puede seguir por lo menos a los mediados de los 1800's , si es que aun mas pronto. En contraste las antiguedades Mesoamericanas son virtualmente conocidas para muchos en el mundo hasta que John L. Stephens hizo su viaje a Mesoamerica en los 1800's. 1 No solo mas energia y financiamento han sido entregados por mas largo tiempo, pero tambien las condiciones ambientales entre los sitios Biblicos y los posibles sitios del Libro de Mormon en el Nuevo Mundo son dramaticamente diferentes. Opuestos a las junglas humedas de Mesoamerica, y a las tierras deserticas de la Biblia cual tiende a preservar los artefactos.

Los criticos nos quieren hacer creer que hay muy poca o si alguna diferencia entre la arqueologia Biblica o la arqueologia del Libro de Mormon. Ellos frecuentemente reclaman que por ciertos aspectos de la Biblia han sido verificados por evidencia arqueologica, y en el Libro de Mormon debe tener al igual el mismo apoyo verificante por la Arqueologia del Nuevo Mundo. Que clase de evidencia de ser encontrada? Nombres - nombres de lugares o nombres de personas. "Nefi durmio aqui," o "10 kilometros a Abundancia (Bountiful en Ingles)." Tal vez la forma mas precisa de determinar una localizacion antigua es por la sobrevivencia del nombre del lugar, o toponimo.

En tierras de la Biblia tenemos ventajas en cuanto a los toponimos. (1) Algunos toponimos han permanecido al igual que en tiempos biblicos - en otras palabras son conocidos por los mismos nombres de lugares en los dias modernos al igual como los dias antiguos; (2) Muchos toponimos biblicos continuan usandose no solo en el lenguaje Hebreo, pero en Arameo y Arabigo al igual; (3) y inscripciones Egipcias en papiros, al igual que documentos Mesopotamicos y los escritos de Eusebios (260 - 340 A.D.) suplen a arqueologos con toponimos de la Tierra Santa y tambien listas detalladas (en algunas instanceas) de distancia entre ciudades. Sabiendo la localizacion exacta de una ciudad ayuda a la arqueologia biblica a localizar otras ciudades. 2

Mucha gente estara tentada a pensar que los toponimos generalmente continuan de generacion a la siguiente, pero casi siempre no es el caso. Generalmente, un toponimo cambia en periodos de cambios mayores de a esa ciudad - porque por transformaciones politicas o cambios mayores culturales o de lenguaje. Muchas de las ciudades del Antiguo Mundo han cambiado los toponimos a travez de los a~os. Uno de esos ejemplos, clasico Griego, Byzantino se cambio a Constantinopla en el cuarto siglo A.D. y despues Istambul en el decimo quinto siglo A.D. Aun asi vemos este mismo fenomeno en el Libro de Mormon donde el Cerro de Rama es despues llamado el Cerro de Cumorah. (Vease Eter15:11 y Mormon 6:6)

Que encontramos en la arqueologia Mesoamericana con respecto a los toponimos? Primero, distintos a los toponimos de las tierras biblicas en los cuales muchos toponimos sobrevivieron a traves de los lenguajes relacionados, no hay razon de asumir que los lenguajes Maya y los lenguajes Nefitas son relacionados. Segundo, encontramos que en Mesoamerica, los toponimos casi siempre se desaparecen de una era a la otra. Muchas de las ciudades Mesoamericanas hoy en dia tienen nombres Espanoles tales como; San Lorenzo, La Venta, y El Mirador. No sabemos muchos de los nombres originales para estas ciudades (ya sean con los nombres del Libro de Mormon o nombres Mayas). 3

Un tercer problema se levanta con las inscripciones de toponimos Mesoamericanos, o glifos (y no todos los eruditos estan de acuerdo que tales glifos representan los nombres de las ciudades). Estos glifos no solo son raros (solo hay como cuarenta de los cienes de lugares Maya) pero son solo simbolicos en vez de foneticos. En otras palabras, cuando los arqueologos encuentran una inscripcion designada a un lugar con un glifo del Cerro del Jaguar, la pronunciacion de este glifo seria dependiente del que habla el lenguaje - ya sea Zapoteca, Mixteca, o Nefita. 4

Salvo a futuros descubrimientos, podriamos nunca saber como los nombres de las ciudades de Mesoamerica eran pronunciadas en los tiempos del Libro de Mormon.


2. ¿Ha sido "comprobada" la Biblia por la arqueologia Biblica?

Mientras algunos criticos reclaman o implican que la Biblia esta apoyada (o "comprobada") por montones de evidencia arqueologica, encontramos que solo un poco mas de la mitad de los nombres de los lugares mencionados en la Biblia han sido encontrados. La mayoria de estas identificaciones son basadas en la preservacion del tiponimo. Solo como un siete u ocho por cierto de las localizaciones Biblicas han sido identificados a tal grado de certeza donde hay un toponimo preservado, y como otro siete u ocho por ciento de las localizaciones Biblicas (sin toponimos preservados) han sido identificados a tal grado de certeza conjetural. 5 La identificacion de estas localizaciones sin nombres del lugar no podrian ser hechos si no fuera por las localizaciones de identificacion con los toponimos preservados. Si, (como el antiguo Mesoamerica) pocos o ningun toponimo hubiera sobrevivido, pocas localizaciones Biblicas pudieran haber sido identificadas con certeza.

A pesar de la identificacion de algunos lugares Biblicos, muchas localizaciones importantes Biblicas no han sido identificadas. Por ejemplo, la localizacion del Monte Sinai esta desconocida aunque hay mas de 20 posible candidatos. Algunos eruditos rechazan el reclamo de que la ciudad de Jerico existia en el tiempo de Josue. La ruta que llevaban los Israelitas en su Exodo es retado por eruditos Biblicos y algunos eruditos disputan el reclamo Biblico de que hubo una conquista Israelita de Canaan. 6

Los arqueologos que no son SUD, Wiliam Dever, un profesor de la arqueologia Este Cercana y Antropologia en la ciudad de Arizona y la cabeza del Departamento de Estudios Este Cercanos (Near Eastern Studies Department) reclama que "despues de un siglo de investigacion moderna, ambos eruditos Biblicos y Arqueologos han podido documentar como historia ninguno de los eventos, aun mas, las personalidades, de la era Patriarcal Mosaica."7

La Arqueologia, el se da cuenta, no deberia suponer a "comprobar" la Biblia en cualquier sentido y nunca ha mentenido una variedad de narraciones biblicas, incluyendo la existencia de Abraham, Jose de Egipto, Moises o una presencia Israelita en Egipto.8
 


3. ¿El Libro de Mormon esta sin apoyo arqueologico?

Mientras la primera evidencia de la autencidad del Libro de Mormon viene del Espiritu Santo, mucha gente se pregunta si hay apoyo arqueologico para el Libro de Mormon. Como ya lo explique antes probablemente nunca podamos determinar antiguos toponimos foneticos para los lugares Pre-Clasicos Mesoamericanos. Y si encontraramos una ciudad del Libro de Mormon, como podiamos reconocerla? John Sorenson en su ultimo libro, Images of Ancient America: Visualizing Book of Mormon Life, 9 describe la cultura y la forma de vida de los antiguos Mesoamericanos y sugiere como el Libro de Mormon puede ser interpretado en contra de esta informacion.

Porque es posible que los nombres de las personalidades del Libro de Mormon o lugares nunca puedan ser decifrados (vean la discusion arriba) el unico apoyo actual disponible del campo arqueologico viene por demonstrar las caracteristicas culturales mencionadas en el Libro de Mormon no son compatibles con lo que actualmente sabemos del antiguo Mesoamerica.

Un descubrimiento reciente grabado en el altar de Yemen tambien presta apoyo arqueologico al Libro de Mormon. Este altar, descubierto por arqueologos No-SUD, enlistan en nombre tribal de NHM en la misma vecindad en el cual el Libro de Mormon describe a los Lehitas que paran en Nahom a sepultar a Ismael (1Nefi 16:3-4) El lugar era desconocido a los lectores modernos hasta relativamente en tiempos recientes y no era conocida a Jose Smith. 10

Es interesante tambien notar que por a~os los criticos (y aun eruditos SUD como B.H. Roberts) tuvieran largas listas de los supuestos anacronismos - detalles mencionados en el Libro de Mormon los cuales supuestamente son incompatibles con lo que es la antigua Mesoamerica. En a~os recientes, sin embargo, esta lista ha disminuido. Por que? Por que esta bien claro que el estilo de vida casualmente mundano mencionados en el Libro de Mormon - esas cosas las cuales Jose Smith no hubiera sabido con certeza, y esas cosas las cuales los criticos se pegan a la primera evidencia como fraude - ahora encuentra apoyo por los eruditos de arqueologia, antropologia e historia. 11

La informacion escrita es por Michael R. Ash de la Foundatuion for Apologetic Information and Research (FAIR)

Notas:
1 T. Patrick Culbert, “Maya-Treasures of an Ancient Civilization,” Archaeology, March/April, 1985, 60.
2 William J. Hamblin, “Basic Methodological Problems with the Anti-Mormon Approach to the Geography and Archaeology of the Book of
Mormon,” Journal of Book of Mormon Studies v2:1 (Provo: FARMS, 1993), 164-165.
3 Ibid., 167.
4 Ibid., 169-70.
5 Ibid., 164.
6 Ibid., 183.
7 William G. Dever, Recent Archaeological Discoveries and Biblical Research (Seattle and London: University of Washington Press, 1990), 5.
8 Ibid., 24, 26.
9 John Sorenson, Images of Ancient America: Visualizing Book of Mormon Life (Provo: FARMS, 2000).
10 S. Kent Brown, “New Light: ‘The Place That Was Called Nahom’: New Light from Ancient Yemen,” Journal of Book of Mormon Studies v 8:1
(Provo, FARMS, 1999), 66-68.
11 See http://www.mormonfortress.com/crit-fr1.html for discussions on some of these supposed anachronisms.

La Arqueología y el Libro de Mormón

La Critica:

Algunos críticos de la religión que aceptan la Biblia, pero no el Libro de Mormón, a veces aseveran que la Biblia ha sido 'comprobada' o 'confirmada' por la arqueología, e insisten que no se puede decir lo mismo del Libro de Mormón.

Nota: Muchos de los temas que se discuten en las críticas arqueológicas del Libro de Mormón se discuten detalladamente en la página 'anacronismo' del Libro de Mormón.

La Respuesta

Evidencia, Prueba y Creencia


Una pregunta razonable para quienes sugieren que no hay evidencia arqueológica para el Libro de Mormón sería: «¿Qué evidencia arqueológica pudiera considerarse como prueba mínima e irrefutable para convencer a quienes no creen en la autenticidad de la escritura nefita?»

Algunas personas podrían sugerir que el encontrar la existencia de caballos o carruajes podría ser una prueba a favor del Libro de Mormón. Esto es dudoso. El encontrar tales artículos meramente demostraría que estas cosas existieron en el antiguo nuevo mundo, y aunque tales descubrimientos serían consistentes con el Libro de Mormón, no llegarían a calificar como 'prueba.' Por ejemplo, el Libro de Mormón menciona la cebada, lo cual, hasta recientemente, se creía que no había existido en la América antigua. Los críticos consideraban que la cebada era una de esas cosas en las que 'se equivocó José Smith.' Sin embargo, ahora se ha verificado la existencia de la cebada en el Nuevo Mundo antes de la llegada de Colón, sin esto significar que grandes cantidades de personas se hayan unido a la Iglesia a causa de este descubrimiento. Para los críticos, el encontrar estos artículos es comúnmente considerado 'pura suerte' del lado de José Smith [al incluirlos en la narrativa del Libro de Mormón]. El Libro de Mormón menciona ciudades, comercio, armas, torres y el uso de armaduras—todo lo cual existió en la América antigua—y aún así su existencia no ha convencido a los críticos de que el Libro de Mormón es en sí un texto antiguo.

Los Registros Arqueológicos

Cuando los arqueólogos examinan evidencia antigua, ellos trabajan con un registro muy fragmentado. En general, encuentran evidencia física, pero tal evidencia en sí no provee gran cantidad de información a menos de que se le ponga dentro de un contexto determinado—un marco en el cual la información pueda entenderse. Por ejemplo, si un arqueólogo encuentra una vasija (lo más seguro es que encuentre un fragmento de una vasija), esto provee poca evidencia de la civilización que creó o utilizó la vasija. Otras pistas contextuales—tales como otros artefactos descubiertos cerca de la vasija—podrían ofrecer más pistas del momento histórico en el cual la vasija fue utilizada por última vez, pero ciertamente no proveen evidencia conclusiva de lo que fue dicha civilización o los individuos que en ella existieron.

Los críticos, por ejemplo, algunas veces cuestionan el hecho de que los nefitas hayan sido, durante gran parte de su historia escrita, un pueblo 'cristiano.' Desde el punto de vista de los críticos, deberían existir restos arqueológicos que indicaran una presencia cristiana en el antiguo nuevo mundo. ¿Cómo, exactamente, podría un arqueólogo distinguir una vasija de un cristiano de una vasija de un no cristiano? ¿Qué aspecto tendría una vasija cristiana? También debe mantenerse en mente el hecho de que, de acuerdo con el Libro de Mormón, los 'cristianos' del nuevo mundo eran una minoría perseguida que fue exterminada hace más de mil quinientos años. ¿Cuánta evidencia arqueológica en realidad podríamos esperar que haya sobrevivido tantos siglos entre aquella época y la nuestra?

Para el arqueólogo, las pistas contextuales más sólidas vienen de la escritura o de las marcas que a veces se encuentran en la evidencia física. Esta evidencia generalmente es de dos tipos: epigráfica e iconográfica. La evidencia epigráfica consiste de un registro escrito, tal como el texto que usted está leyendo, mientras que la evidencia iconográfica consiste de dibujos o iconos. Por ejemplo, la palabra 'cruz' es epigráfica, pero un dibujo de una cruz es iconográfico. La evidencia epigráfica, siempre y cuando pueda ser traducida, provee un registro de lo que la gente pensaba o hacía. La evidencia iconográfica es mucho más simbólica y su interpretación depende del contexto en el cual la imagen sea utilizada.

El Dr. William Hamblin notó: «La única manera en que los arqueólogos pueden determinar los nombres de reinos políticos, gente, etnografía y religión de un pueblo antiguo es a través de los registros escritos.»

«La iconografía puede ser útil, pero debe entenderse dentro de un contexto cultural en particular, el cual puede entenderse en su totalidad únicamente a través de los registros escritos. (Por lo tanto, la existencia de la esvástica o cruz gamada en las mezquitas medievales tardías en Asia central o en los templos budistas en Tibet, por citar un ejemplo, no demuestra que los musulmanes o los budistas fueran nazis; tampoco, por ende, que los nazis fueran budistas. En cambio, la esvástica medieval demuestra que hay diferentes significados que se aplican al mismo símbolo durante el inicio del Siglo XX en Alemania, en la Asia central musulmana y en el Tibet.)»[1]

Sin embargo, muchos pueblos antiguos escribieron en material perecedero que ha sufrido deterioro a lo largo de los siglos. Los egipcios, por ejemplo, escribieron en materiales que han sobrevivido los siglos; mientras que el reino de Judá generalmente no lo hizo.

«Si nos guiáramos únicamente por los datos arqueológicos,» dice Hamblin, «no sabríamos casi nada de la religión ni del reino antiguo de Judá. De hecho, basado únicamente en los datos arqueológicos, podríamos asumir que los judíos eran politeístas, tal como sus vecinos. El judaísmo, como religión peculiar, simplemente desaparecería si no hubiera sobrevivido la Biblia y otros textos escritos de los judíos.

«... Metodológicamente hablando, ¿comprueba la ausencia de textos escritos descubiertos arqueológicamente que un reino no existió? O en otras palabras, ¿depende la existencia de un reino antiguo de que los arqueólogos del Siglo XXI hayan encontrado registros escritos de ese reino? ¿O puede el reino haber existido independientemente del hecho de que los arqueólogos del inicio del Siglo XXI lo hayan tenido en el radar de sus conocimientos? O, para establecer el principio ampliamente, ¿ausencia de evidencia equivale a evidencia de ausencia?»[2]

Los registros de la época del Libro de Mormón

Entendiendo que un registro escrito (epigráfico o iconográfico) es necesario para construir un contexto arqueológico, ¿qué encontramos cuando nos enfocamos en los registros de la América antigua (por ejemplo, en el año 400 DC)?

De los sistemas escritos conocidos del nuevo mundo, que son más o menos media docena (todos localizados en la Mesoamérica), sólo el lenguaje maya se puede leer enteramente. Los expertos pueden entender una estructura básica de los otros idiomas, pero no pueden entender en su totalidad lo que los antiguos estaban diciendo. En otras palabras, hay problemas al tratar de descifrar el registro epigráfico. De acuerdo con los expertos, «no sabemos con certeza la pronunciación de los nombres verdaderos de los primeros reyes mayas ni de otros glifos correspondientes a nombres tomados de otros sistemas de escritura.»[3]

Cuando se trata del período en el que vivieron los nefitas, los expertos sólo conocen algunas cuantas inscripciones de todo el nuevo mundo que pudieran leerse con algún grado de certeza. Aún con estos fragmentos, los expertos todavía no están seguros, basados en estas inscripciones, de cómo los antiguos pronunciaban los nombres propios y de lugares (toponimias). Cuatro de estas inscripciones legibles simplemente dan fechas o el nombre de algún rey—un contexto cultural bastante limitado. Otras cinco inscripciones contienen información histórica y nombres propios—la mención de las ciudades Tikal y Uaxactún (para las cuales la pronunciación antigua todavía permanece incierta) y cinco reyes de estas dos ciudades (a quienes conocemos por los símbolos iconográficos y cuya pronunciación antigua permanece incierta).[4]

Con tan poca información epigráfica, ¿cómo podríamos reconocer—aún cuando lo descubriéramos arqueológicamente—que hemos descubierto el lugar de las ciudades que conocemos como Abundancia y Zarahemla, o si los líderes religiosos de hecho se llamaban Nefi or Moroni? A los críticos les gusta aseverar que no hay evidencia arqueológica para el Libro de Mormón, pero la verdad es que hay muy pocos datos arqueológicos que nos dicen cualquier cosa de los nombres de las personas o de los lugares del nuevo mundo—y los nombres son la única manera en la que podríamos identificar arqueológicamente si existieron los nefitas en la América antigua.

La arqueología y la Biblia

A los críticos religiosos frecuentemente les gusta comparar el hecho de que hay falta de pruebas arqueológicas que apoyen la autenticidad del Libro de Mormón, mientras que aseguran que hay gran cantidad de apoyo arqueológico para la Biblia. Hay una diferencia drástica, sin embargo, entre los dos mundos (el Viejo y el Nuevo) cuando se trata de datos epigráficos e iconográficos, así como la continuidad de cultura y toponimias.

Ya hemos notado la carencia de inscripciones legibles del nuevo mundo del tiempo de los nefitas. De las tierras bíblicas, sin embargo, sabemos de miles de inscripciones contemporáneas que han sobrevivido hasta el tiempo moderno. Hemos recalcado que hay muy pocos toponimias (nombres de lugares) que se puedan leer de los fragmentos epigráficos que han sobrevivido de la era de los nefitas en el nuevo mundo. En contraste, encontramos que las tierras bíblicas no sólo hay grandes cantidades de registros epigráficos que identifican ciudades mediterráneas antiguas, sino que también encontramos en algunos casos «continuidad en la cultura» que ha preservado los nombres de ciudades. En otras palabras, muchas ciudades modernas del oriente se conocen todavía por el mismo nombre que en los tiempos antiguos (esto no sucede en el caso de la América antigua). El saber el lugar exacto de una ciudad ayuda a los arqueólogos bíblicos a encontrar otras ciudades, simplemente calculando las distancias. [5]

Aún reconociendo las ventajas arqueológicas para determinar el lugar y la realidad histórica de las tierras bíblicas, sabemos que se han encontrado e identificado positivamente poco más de la mitad de todos los nombres mencionados en la Biblia. [6] La mayoría de estas identificaciones están basadas en la preservación de la toponimia. Solamente se ha localizado con cierto grado de certeza a un 7% u 8% de los lugares bíblicos cuya toponimia no sobrevivió, y otro 7% a 8% de éstos ha sido identificado con algún grado de certeza conjetural. [7] La identificación de estos lugares sin nombres no pudiera haberse realizado si no se hubiera identificado otros lugares cuyos toponimias han sido preservados. De no haber sobrevivido las toponimias bíblicas en una «cadena de lenguaje» continua e inquebrantable, desde la época bíblica hasta la nuestra, la identificación de los lugares bíblicos sería ampliamente especulativa.

A pesar de la identificación de algunos sitios bíblicos, muchos lugares importantes de la Biblia no han sido identificados. El sitio del Monte Sinaí, por ejemplo, no se conoce, y hay más de veinte posibles candidatos. Algunos expertos rechazan la aseveración de que la ciudad de Jericó existiera en el tiempo de Josué. La ruta exacta que tomaron los israelitas en el éxodo no se conoce, y algunos expertos disputan la aseveración bíblica de que hubo una conquista israelita de la tierra de Canaán. [8]

Arqueología del Nuevo Mundo

¿Qué encontramos en la arqueología mesoamericana en lo que se refiere a toponimias? Primero, a diferencia de las tierras bíblicas donde muchas toponimias sobrevivieron debido a la continuidad de la cultura, no hay razón para asumir que los idiomas de los mayas y los nefitas estuvieran relacionados entre sí. Segundo, encontramos que las toponimias muchas veces desaparecieron de una era a la otra. Muchas de las ciudades mesoamericanas hoy tienen nombres españoles, como San Lorenzo, La venta y El mirador. «El colapso de la civilización indígena previo a la conquista creó una marcada discontinuidad histórica. No tenemos casi ningún nombre de las ciudades clásicas Mayas y Olmecas de hace dos milenios, por lo cual se conocen hoy en día por sus nombres en español.» [9] Los arqueólogos simplemente no saben los nombres originales de estas ciudades Mayas. Si los arqueólogos no saben el nombre de algunas ciudades que han descubierto, ¿cómo podríamos esperar poder darles nombres en inglés a estas ciudades, tal como algunos nombres que se dan en el Libro de Mormón [ie. Abundancia,Desolación, etc]? [10]

Además, los expertos no saben con certeza la pronunciación de las ciudades mesoamericanas para las que sí saben los nombres. Esto sucede porque las inscripciones de las ciudades frecuentemente son iconográficas, y no todos los expertos están de acuerdo de que los íconos representen nombres de ciudades. Estos iconos son no sólo escasos (como se dijo anteriormente), sino que son simbólicos en vez de fonéticos. En otras palabras, cuando los arqueólogos encuentran una inscripción iconográfica que designa a un lugar como la Colina del Jaguar, la pronunciación de esta inscripción dependería del idioma del que lo dice—sea zapoteca, mixteca o nefita. [11] La única manera de identificar un sitio antiguo es por medio de una inscripción que dé un nombre fonéticamente inteligible. Sin tomar en cuenta futuros descubrimientos, posiblemente nunca sabremos cómo se pronunciaban los nombres de las ciudades mesoamericanas en el tiempo del Libro de Mormón.

Si los datos epigráficos del viejo mundo fueran tan escasos como los datos epigráficos del nuevo mundo, los expertos estarían severamente limitados en su entendimiento de los israelitas o de los cristianos primitivos. Sería casi imposible, utilizando estrictamente evidencias arqueológicas no epigráficas, distinguir entre los cananitas e israelitas cuando coexistieron en la tierra santa antes del período de Babilonia (antes de 587 a.C.). [12] Encontramos que los mismos problemas serían aparentes en el estudio del cristianismo temprano si los expertos se encontraran con la ausencia de datos epigráficos. Por ejemplo, si las persecuciones al cristianismo de parte de Diocleto hubiesen tenido éxito, y si Constantino no se hubiera vuelto cristiano, y si el cristianismo hubiera desaparecido alrededor del año 300 d.C., hubiera sido muy difícil, si no es que imposible, reconstruir su historia utilizando nada más que artefactos arqueológicos e inscripciones del Imperio romano. [13]

«Es muy probable», dice Hamblin, «que una religión, especialmente una religión anaicónica [una religión que no utiliza imágenes escritas ni simbólicas], simplemente desaparezca del registro arqueológico. A pesar del hecho de que haya habido varios millones de cristianos en el Imperio romano a finales del Siglo III, es muy difícil [descubrir] algo de sustancia en cuanto a ellos basado solamente en la arqueología». [14]

Arqueología y el Libro de Mormón

Dadas las ventajas inherentes del estudio del viejo mundo (continuidad cultural, toponimios, condiciones del medio ambiente que favorecen la preservación de artefactos, tiempo y recursos invertidos en el campo arqueológico y de lenguaje, etc.) comparados con el estudio del nuevo mundo, es interesante notar algunos descubrimientos recientes que correlacionan los primeros capítulos del Libro de Mormón y el registro arqueológico del Viejo Mundo en formas que hubieran sido desconocidas al momento de la traducción del libro. En otras palabras, es imposible que José Smith hubiera podido conocer datos arqueológicos del Viejo Mundo que han salido a la luz después de la muerte de Smith—estos descubrimientos no contradicen al Libro de Mormón y, en muchos casos, son consistentes con las historias del libro.

Consideremos, por ejemplo, un altar recientemente descubrieron en Yemen que es consistente con una historia relatada en el Libro de Mormón. Este altar, descubierto por arqueólogos no miembros de la Iglesia, tiene el nombre tribal de NHM inscrito en él. El altar está localizado en la misma área que el Libro de Mormón describe como el lugar donde los lehitas se detuvieron «en nahom» a enterrar a Ismael, y data del mismo período.(Nefi 16:3–4.

Aquí debemos recordar que el idioma Hebreo del tiempo de Nefi se escribía sin vocales, y por ende, NHM pudiera muy bien corresponder a «NaHoM». [15] El nombre NHM no aparece de la nada tampoco, sino que el lugar del antiguo NHM existe no sólo dentro del tiempo específico del viaje de los lehitas, sino que también dentro de un lugar plausible a lo largo del cual los expertos de la Iglesia creen que los lehitas viajaron en Arabia antes de embarcarse en su viaje transoceánico hacia el Nuevo Mundo.

También vale la pena mencionar que hay un cuerpo de evidencia cada vez más grande de arqueología del nuevo mundo que apoya al Libro de Mormón. El Dr. John Clark de la fundación «New World Archaeological Foundation» ha compilado una lista de sesenta artículos mencionados en el Libro de Mormón. La lista incluye artículos como «espadas de acero», «cebada», «cemento», «tronos», y «lecto-escritura». En 1842, solamente ocho (equivalente a un 13.3%) de estos sesenta artículos habían sido confirmados por evidencia arqueológica. A mediados del Siglo XIX, la arqueología proporcionaba muy poco apoyo para las aseveraciones hechas en el Libro de Mormón. De hecho, el Libro de Mormón contradecía las ideas populares y de los expertos del Siglo XIX en cuanto a la América antigua.

A medida que los resultados del estudio arqueológico han iluminado al nuevo mundo, nos damos cuenta de que para 2005, cuarenta y cinco de estos sesenta artefactos (o el equivalente al 75%) han sido confirmados. Treinta y cinco de los artefactos (58%) han sido confirmados definitivamente por evidencia arqueológica y diez artículos (17%) han recibido posible confirmación—tentativa, pero no totalmente verificada. Por lo tanto, a como están las cosas hoy en día, las evidencias arqueológicas actuales del nuevo mundo tienden a verificar las aseveraciones hechas en el Libro de Mormón. [16]

La Conclusión

La aseveración de que, a diferencia de la Biblia, no existe evidencia arqueológica que apoye al Libro de Mormón, está basada en la ingenuidad y en suposiciones erróneas. Sin evidencia epigráfica del nuevo mundo (que actualmente es muy limitada para la época del Libro de Mormón), no podemos saber los nombres contemporáneos de las antiguas ciudades y reinos mesoamericanos. El anular al Libro de Mormón desde el punto de vista arqueológico es una posición que carece de visión. Los descubrimientos arqueológicos más recientes generalmente son consistentes con el registro del Libro de Mormón aún cuando, hasta la fecha, no sepamos el lugar exacto de las ciudades mencionadas en el Libro.

Notas:

1.William J. Hamblin (bajo el nombre de pantalla “MorgbotX”), puesto el 29 January 2004 en el THREAD, “What Would Be Proof of the Book of Mormon,” en el boletín Zion’s Lighthouse Bulletin Board (ZLMB) (accesado el 10 de abril de 2005).
2. Hamblin, "What Would be Proof...," ibid.
3.Hamblin citando a Joyce Marcus, Mesoamerican Writing Systems (Princeton, New Jersey: Princeton University Press, 1992), 212–220 y a Linda Schele and David Freidel, A Forest of Kings (New York: William Marrow & Company, 1990), 440, n28.
4.Vease Hamblin, puesto el 29 de enero de 2004 in THREAD, “What Would Be Proof of the Book of Mormon,” en el boletín Zion’s Lighthouse Bulletin Board (ZLMB) (accesado el 10 de abril de 2005).
5. William J. Hamblin, "Basic Methodological Problems with the Anti-Mormon Approach to the Geography and Archaeology of the Book of Mormon," Journal of Book of Mormon Studies 2/1 (1993): 161–197.
6. Hamblin, "Basic Methodological Problems," 164.
7. William G. Dever, “archaeology and the Bible: Understanding Their Special Relationship,” Biblical archaeology Review (May/June 1990) 16:3.
8. Daniel C. Peterson, "Chattanooga Cheapshot, or The Gall of Bitterness (Review of Everything You Ever Wanted to Know about Mormonism by John Ankerberg and John Weldon)," FARMS Review of Books 5/1 (1993): 1–86.
9. See Hamblin, “Basic Methodological Problems," 167.
10. Hamblin, “Basic Methodological Problems," 169–170.
11. falta referencia
12. William J. Hamblin, mensaje puesto el 20 de octubre de 2004 en THREAD, “Not So Easy? 2 BoM Challenge,” on FAIRboards.org off-site (accesado el 10 de abril de 2005). Ver también el seguimiento: William Hamblin, mensaje puesto el 28 de octubre de 2004 en el THREAD, “Not So Easy? 3” on FAIRboards.org (accesado el 10 de abril de 2005).
13. William J. Hamblin, mensaje puesto el 28 de octubre de 2004 en el THREAD, “Not So Easy? 2 BoM Challenge,” en FAIRboards.org (accesado el 10 de abril de 2005).
14. William J. Hamblin, mensaje puesto el 28 de octubre de 2004 en el THREAD, “Not So Easy? 3” on FAIRboards.org (accesado el 10 April de 2005).
15. S. Kent Brown, "New Light: "The Place That Was Called Nahom": New Light from Ancient Yemen," Journal of Book of Mormon Studies 8/1 (1999): 66–67.
16. John Clark, “Debating the Foundations of Mormonism: Archaeology and the Book of Mormon”, presentación en 2005 FAIR Apologetics Conference (Agosto de 2005). Co-presentadores, Wade Ardern and Matthew Roper.
 
 
La Apostasía y el Sacerdocio sobre la tierra durante la apostasía
La Crítica

Los críticos argumentan que la doctrina mormona de la apostasía es incoherente, ya que la apostasía enseña que se ha perdido la autoridad de Dios. Los críticos luego, preguntar por Juan el Revelador, o los tres nefitas, y preguntar si ellos tenían el sacerdocio.

La Respuesta

La apostasía se refiere a la ausencia del reino (es decir, la Iglesia) de Jesucristo en la tierra. Esto no significa que no puede haber algunos que posean el sacerdocio, pero no tienen la autoridad o la autorización para establecer la Iglesia o para realizar sus ordenanzas.

El Presidentes J. Reuben Clark, Joseph Fielding Smith, Harold B. Lee fueron mas lejos al enseñar que la presencia de los poseedores del sacerdocio durante los períodos de apostasía eran, en su opinión, una necesidad:

El presidente [J. Reuben] Clark dijo algo que sorprendió a la gente hace algunos años. Él dijo, "Es mi fe en que el plan del evangelio siempre ha estado aquí, que su sacerdocio, siempre ha estado aquí en la tierra, y que continuará estando así hasta que llegue el final" (en Conference Report, octubre de 1953, p . 39). Cuando la sesión de la conferencia había terminado muchos dijeron, "¿Dios mío, no se dan cuenta el presidente Clark que ha habido períodos de apostasía después en cada dispensación del Evangelio?"

Caminé por el edificio de oficinas de la iglesia con el Presidente José Fielding Smith y dijo: "Creo que nunca ha habido un momento de tiempo desde la creación que Dios ha abandonado la tierra para Satanás. Siempre ha habido alguien poseyendo el sacerdocio en la tierra para mantener sujeto [o a la raya] a Satanás." Y luego pensé en la ciudad de Enoc con tal vez miles de personas que se han tenido en el cielo y se han trasladado. Deben haber sido trasladados por un propósito y puede haber residido con los que viven en la tierra por siempre desde aquel tiempo.

He pensado acerca de Elías – y quizá Moisés; pues todos sabemos que fueron seres trasladados, como fue Juan el Revelador. He pensado en los tres nefitas.¿Por qué fueron trasladados y se les permite permanecer?¿Para qué proposito? Una respuesta se sugirió cuando oí al presidente Smith hacer la declaración anterior. Ahora, eso no quiere decir que el reino de Dios ha estado siempre presente, porque estos hombres no tienen la autoridad para administrar las ordenanzas de salvación del Evangelio para el mundo. Sin embargo, estos individuos se han trasladado para un fin conocido por el Señor. No hay duda excepto qué estaban aquí [Harold B. Lee, Teachings of Harold B. Lee (Salt Lake City, Utah: Bookcraft, 1996), 486.]

Los críticos no logran distinguir entre alguien que posea el sacerdocio, y alguien que está autorizado para ejercer el sacerdocio para la formación de la Iglesia, confiriendo bendiciones, ordenaciones, y dones espirituales.

La apostasía se refiere a la falta de esta última, no la primera.

¿Creer en una "completa" apostasía implica que no hubo cristianos verdaderos entre la apostasía y la restauración?

La Respuesta

En una revelación a José Smith, el Señor dijo: " porque todavía hay muchos en la tierra, entre todas las sectas, partidos y denominaciones, que son cegados por la sutil astucia de los hombres que acechan para engañar, y no llegan a la verdad sólo porque no saben dónde hallarla" (D y C 123:12). En otra revelación, el Señor dijo:

"Por lo que, me habló la voz del Señor, diciendo: Todos los que han muerto sin el conocimiento de este evangelio, quienes lo habrían recibido si se les hubiese permitido permanecer, serán herederos del reino celestial de Dios; también todos aquellos que de aquí en adelante mueran sin un conocimiento de él, quienes lo habrían recibido de todo corazón, serán herederos de este reino; pues yo, el Señor, juzgaré a todos los hombres según sus obras, según el deseo de sus corazones".(D y C 137: 7-9).

En otras palabras, siempre ha habido trigo entre la cizaña.
 

 
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